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Los padres son el filtro más importante

Los lectores escriben sobre la educación de los menores, la posturas de Vox ante Trump, la unidad de la izquierda, la burocracia en la investigación y los peligros de la inteligencia artificial

Muchos de los que se han encogido en el sofá viendo Adolescencia no quieren comprender que ya están dentro de la historia. Hace tiempo que el odio entró en nuestras casas sin límite a través de las redes y sus mentiras, pero no entender que los padres somos el filtro más importante del aprendizaje es nuestro pecado capital. Se está normalizando que los niños reciten cánticos fascistas en los patios; el matonismo y el machismo campan a sus anchas en las aulas, y los insultos y amenazas al diferente están a la orden del día. Esta mezquindad continuará mientras insultemos delante de nuestros hijos al político que habla por televisión. Poco a poco, los llenamos de rabia y miedo sin haberles permitido aprender que lo único que vale la pena es analógico y se resume en el amor y la bondad. Si no asumimos nuestra responsabilidad en esta etapa incierta, los convertiremos en víctimas de nuestra negligencia y desprotección.

Iraida Cano González. Sevilla

Dos peticiones políticas

Ruego a los señores de Vox que dejen de considerarse patriotas, dado que siguen apoyando a Donald Trump en su agresión a Europa y a España. Igualmente, ruego a las señoras Yolanda Díaz e Irene Montero que dejen de denominarse progresistas si no son capaces de apartarse para conseguir una candidatura única de la izquierda. Por lo menos que nadie se adjudique apelativos que no le corresponden.

Ricardo Ibáñez Castresana. Madrid

Maltrato gratuito a la investigación

España no valora a sus investigadores. Más allá de estrecheces dinerarias y burocráticas, no pocas, persiste un maltrato institucional que entorpece la labor de estos profesionales, al menos en el campo humanístico. Normativas inauditas en otros países europeos como la prohibición de usar el teléfono móvil para fotografiar fuentes (incluso con la imposición de dejarlo en un armario) o la obligación, cuando se permite la toma de imágenes, de hacerlo en puntos concretos y por turnos son algunas de las medidas irracionales con efectos devastadores en nuestro trabajo. No hablo de lugares recónditos, sino de instituciones dependientes de Archivos Estatales (del Ministerio de Cultura, por tanto) o incluso alguna real academia. Los fondos que estos entes atesoran son excelentes, pero parece que se nos hace un favor por acceder a documentos fundamentales de la historia de España.

Alberto Cañas de Pablos. Madrid

Detener lo inevitable

Como estudiante que quiere ser artista, no puedo negar que la inteligencia artificial me aterra. Tengo miedo de que me quite el sueño que he tenido desde pequeña. Debo pelear con un robot para que no me quite el trabajo que deseo. Por ahora, no pasa nada, pero tengo 13 años y puedo asegurar que la IA va a mejorar y a crecer conmigo.

Olivia Serna. Móstoles (Madrid)


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