El asesinato de una conocida activista de la revolución sacude el este de Libia
Poco después de que ejerciera su derecho al voto en las legislativas del miércoles varios hombres dispararon y acuchillaron repetidas veces a Salwa Bugiaghis en su casa de Bengasi

El secretario general de la ONU, Ban ki Moon, ha sido el último en lamentar y condenar el asesinato de una conocida activista en el este de Libia. La abogada Salwa Bugaighis , una de las primeras personalidades en comandar el levantamiento popular a principios de 2011 contra la dictadura de Muamar Gadafi, fue asesinada en la noche del miércoles al jueves en Bengasi, la que está considerada capital de la revolución. Su marido, según la agencia Reuters, permanece desaparecido.
Varios hombres armados irrumpieron en su casa y dispararon varias veces contra ella antes de acuchillarla en varias ocasiones. Nadie ha reivindicado el asesinato, pero las sospechas se ciernen sobre los grupos yihadistas que llevan asediando la ciudad desde hace meses con atentados contra autoridades civiles y militares así como contra importantes personalidades como algunos de los abogados que han ganado notoriedad en la nueva Libia postgadafista.
Bugaighis era «una activista valiente y respetada que jugó un importante papel en la revolución libia de 2011 y que continuó desempeñando un importante papel durante la transición», dice el comunicado de Ban Ki Moon.
Traslado del sospechoso a EE.UU.
Bengasi fue precisamente escenario del ataque al consulado de Estados Unidos el 11 de septiembre de 2012 en el que murió el embajador norteamericano, Christopher Stevens. En una operación secreta llevada a cabo en Libia hace pocos días agentes de EE.UU. detuvieron al que consideran uno de los responsables de ese ataque, Ahmed Abu Jatala, que está previsto que llegue a territorio estadounidense en las próximas horas.
Aquel ataque y la muerte del diplomático junto a otros tres funcionarios estadounidenses sigue todavía hoy sin aclarar, pero pocos dudan de la autoría del grupo yihadista Ansar Sharía, al que pertenece el detenido. En una entrevista al diario «The New York Times» Jatala dijo que estuvo en el ataque, pero que no fue de los que lo organizaron.
Las autoridades libias han considerado ilegal la operación para detener y sacar del país al sospechoso.
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