La alerta sísmica en el Egeo genera un éxodo masivo hacia Atenas
Más de 6.000 personas han abandonado las islas de Santorini, Anafi, Ios y Amorgós en las últimas horas
La actividad sísmica pone a Santorini en alerta: colegios y puertos cerrados y canceladas las actividades multitudinarias
Pasajeros en Santorini a la espera de embarcar
En las últimas horas, más de 6.000 personas han abandonado las islas de Santorini, Anafi, Ios y Amorgós debido a la continua actividad sísmica en la región. El Instituto Nacional Geodinámico ha registrado más de 400 sismos desde el pasado ... sábado, y la preocupación aumenta a medida que los temblores se intensifican. El temor a que los terremotos sigan aumentando en frecuencia e intensidad está provocando un éxodo masivo tanto de isleños como de turistas de las islas afectadas.
En Santorini, las principales carreteras se colapsaron a primera hora de la mañana de este lunes por las familias —en su mayoría con hijos pequeños— que intentaban escapar hacia Atenas. Las colas en las ventanillas de las compañías de ferris y agencias de viajes son kilométricas; los más afortunados lograron embarcarse y llegar a la capital griega a primera hora de la tarde. En el aeropuerto de Santorini, la situación es aún más caótica. Muchos viajeros se han visto obligados a pagar precios elevados para poder abandonar la isla. Ante la creciente demanda, las compañías aéreas se han visto obligadas a fletar vuelos adicionales.
Sin embargo, abandonar la isla no es una opción para todos. Los elevados costos de transporte y alojamiento dificultan que muchas personas puedan marcharse. Además, no todos pueden dejar sus trabajos y negocios sin atención. «Tengo miedo, pero no voy a abandonar la isla. Tenemos un negocio familiar y no podemos permitirnos dejar de trabajar», explicó Zanasis, habitante de Santorini, de 58 años.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha instado a los isleños a seguir las instrucciones de Protección Civil y «mantener la calma» ante este fenómeno geológico, que ha calificado como «intenso».
Intensificación de la actividad sísmica
La serie de terremotos, que comenzó el pasado 24 de enero, se ha intensificado notablemente en las últimas horas. El lunes al mediodía, un sismo de magnitud 4,9 —el mayor registrado hasta ahora— causó importantes deslizamientos de tierra en varias zonas de la isla, incluido el antiguo puerto de Fira, que permanece cerrado a la circulación desde el fin de semana.
El domingo, tras las investigaciones realizadas por un equipo técnico en Santorini, los expertos informaron que, aunque no se puede descartar la posibilidad de un sismo de mayor magnitud, este no superaría una magnitud de 6 en la escala de Richter. Tras una reunión de emergencia celebrada este lunes, las autoridades griegas decidieron extender el cierre de los centros escolares hasta el próximo viernes, además de mantener cerradas las zonas afectadas por los deslizamientos de tierra. También se ordenó la retirada de elementos peligrosos no estructurales en los edificios de Santorini (como falsos techos y objetos colgantes) y el vaciado de las piscinas en la zona de la caldera para evitar desprendimientos de tierra.
Por su parte, los expertos han subrayado que el fenómeno sísmico no está relacionado con la actividad volcánica en la zona. «Por ahora, no presentan características de terremotos volcánicos», comentó el sismólogo Yerásimos Papadópulos, quien destacó que, para que un volcán se active, deben cumplirse ciertas condiciones geofísicas que, por el momento, no se están dando.
La falla que está causando estos terremotos fue la misma que provocó el devastador terremoto de 1956, el más fuerte ocurrido en Grecia en el último siglo, con una magnitud 7 en la escala Richter y un tsunami de 20 metros de altura. Los expertos informan que esta falla tiene una longitud aproximada de entre 100 y 120 kilómetros. Actualmente, está activa una sección de unos 30 kilómetros, en la parte sur, entre las islas de Santorini y Amorgós. «No tenemos indicios de que toda la falla se active. Por eso, decimos que podría producirse un terremoto de hasta seis grados», añadió Papadópulos.