Un sabotaje masivo provoca el caos en la red ferroviaria francesa
Más de 800.000 pasajeros quedaron varados en las estaciones a causa de incendios intencionados en las vías
Las sospechas de estos «ataques coordinados» apuntan a Rusia o a activistas del ecoterrorismo
Una ceremonia de inauguración entre secretos: los Juegos Olímpicos se zambullen en el Sena
El Gobierno dimitido pero en funciones de Emmanuel Macron y personalidades políticas influyentes estiman que Francia sufrió la madrugada del viernes un «ataque masivo» contra su integridad nacional a través de unos actos de sabotaje consumados por simpatizantes de Rusia o militantes de ... grupúsculos ecoterroristas.
Los servicios de seguridad dicen «privilegiar» la pista ecoterrorista. Sin embargo, los servicios del contraespionaje de Francia, Alemania y el Reino Unido llevan varios meses lanzando alertas sobre posibles acciones desestabilizadoras protagonizadas por oscuros personajes próximos a Putin.
Los actos de sabotaje contra la SNCFF (Société Nationale des Chemins de Fer Français) afectaron ayer a más de 800.000 pasajeros y afectarán
Les quais de Montparnasse noirs de passagers en galère ⬇️
— Timour Öztürk (@Timour_Ozturk) July 26, 2024
La #SNCF invite les passagers à reporter leurs voyages. Conditions de remboursement et d’échange fortement assouplies pic.twitter.com/3rjRUIqnf0
Patrice Vergriete, ministro de Transportes, dimitido pero en funciones, hizo este primer balance provisional: «Todo indica que nuestra red nacional de ferrocarriles ha sufrido un rosario de atentados e incendios, concebidos y realizados por equipos de criminales que tenían programadas sus acciones desde hace tiempo».
Jean-Pierre Farandou, director general de la SNCF, aportó informaciones básicas: «Hacia las 4 de la mañana del viernes estallaron un número significativo de incendios, próximos a canalizaciones y túneles por donde pasan muchos cables indispensables para el buen funcionamiento de la red de ferrocarriles. Los incendios perturbaron inmediatamente el tráfico: era imposible que los trenes circulasen cuando todos o muchos de los indicadores eran víctimas de incendios criminales».
«No afectará a los juegos»
Los incendios cortaron o dañaron millares de cables. Los técnicos deberán restaurar los daños cable por cable, estación por estación. Han sido movilizados centenares de técnicos, pero se trata de sabotajes criminales sin precedentes. Y el trabajo de normalización corre el riesgo de prolongarse varios días.
«Tranquilizador», en vano, Gérald Darmanin, ministro del Interior, declaró la tarde del viernes que «los actos de sabotaje no tendrán incidencia en los Juegos Olímpicos». Visión patética de un drama nacional sin precedentes, cuando los 800.000 usuarios afectados directamente, en numerosas estaciones de ferrocarril, sufrían una situación física y emocional muy dura.
Nadie sabía qué hacer ni cómo actuar. Jóvenes, ancianos, familias, enteras, se encontraban bloqueados, sin posible socorro. Algunos trenes comenzaron a circular a primera hora de la tarde, pero se acumulaban los retrasos y no había informaciones precisas sobre la recuperación a lo largo de la noche del viernes y todo el fin de semana. Las líneas de ferrocarril entre París y el litoral atlántico -Bretaña, Aquitania- fueron las primeras en comenzar a recuperarse. A primera hora de la noche de ayer no había noticias de los dos tercios de trenes suprimidos.
El origen último de los actos de sabotaje atiza una incertidumbre muy negra. Fuentes próximas al Ministerio del Interior afirman que los movimientos ecoterroristas son los primeros sospechosos. El ecoterrorismo es un movimiento que nació en los EE.UU. hace dos o tres décadas y comenzó a ser relativamente activo en Francia hace dos años, durante las protestas muy violentos contra embalses de agua destinada a la agricultura. Algunos analistas también sospechan de acciones de grupúsculos próximos a Putin, directa o indirectamente.
Valérie Pécresse, presidenta de la región Isla de Francia -París y región parisina-, la más importante de la nación, hace una lectura muy política de los sabotajes: «Ese ataque masivo y coordinado contra las cuatro grandes líneas nacionales del tráfico ferroviario confirman que se trata de un intento de desestabilización de Francia. Son de temer nuevos atentados. París y su región están en el punto de mira de los enemigos de nuestra nación».
Desde hace un par de semanas, el Ministerio del Interior identificó y consiguió neutralizar a un número impreciso de personajes que habían concebido acciones criminales de muy diversa naturaleza. En Marsella fue neutralizado un intentado de atentado contra una línea de ferrocarril.
Sin nombrar a Putin, en ningún momento, Olaf Scholz, canciller de Alemania, presente en París con motivo de los JJ OO, deseó conferir a los sabotajes criminales una dimensión diplomática internacional, declarando la tarde del viernes: «Se trata de una violencia inaceptable. Alemania está con Francia en esta hora importante para Europa. Esta solidaridad es muy importante para la amistad franco-alemana». Durante décadas se habló del «motor» y el «eje» franco-alemán. Desde hace unos años, se prefiere hablar de «amistad franco-alemana».
El canciller ha considerado oportuno insistir en esa matriz de la construcción política de Europa, cuando, más allá de las fronteras, el ecoterrorismo o Putin, Putin o el ecoterrorismo, son una amenaza existencial, no solo para Francia.
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