España corre el riesgo de perder a uno de los mamíferos más singulares del mundo, el desmán ibérico, cuyo número ha caído en picado en las últimas décadas debido, fundamentalmente, a que la construcción de presas ha fragmentado su hábitat, los ríos, provocando que sus poblaciones hayan quedado aisladas entre sí, lo que complica mucho su reproducción. En los últimos 50 años se ha perdido el 85 % del área de distribución conocida de la especie.